Actualmente el trabajo es mucho más que una fuente de ingresos; es una parte integral de nuestra identidad y bienestar.
Sin embargo, la precariedad laboral se ha convertido en una sombra constante para muchos trabajadores, afectando tanto a sus bolsillos como a su salud mental.
La inseguridad laboral, los contratos temporales, las largas horas sin garantías y la falta de derechos laborales crean un cóctel tóxico que erosiona lentamente la estabilidad emocional de las personas.
En este artículo, trataremos cómo la precariedad laboral sobre todo mediante los trabajos temporales de verano afecta emocionalmente a jóvenes y no tan jóvenes. Y, lo más importante, cómo podemos combatirla y proteger nuestra salud mental en medio de estas turbulencias.
¿Cuál es el impacto real de la precariedad laboral en la salud mental?
La precariedad laboral tiene un impacto enorme en la salud mental de los trabajadores, manifestándose de diferentes formas:
Estrés crónico y ansiedad. La incertidumbre laboral y la falta de estabilidad generan un estrés constante en los trabajadores. En cuanto a la ansiedad, esta se ve alimentada por la preocupación constante sobre la continuidad del empleo y la estabilidad económica.
Depresión y problemas emocionales. La vulnerabilidad laboral puede llegar a desencadenar cuadros de depresión por la falta de seguridad en el trabajo y la inestabilidad económica. También tenemos otros problemas emocionales como la irritabilidad y la tristeza que se dan mucho en trabajadores precarios.
Deterioro de la autoestima y la identidad profesional. La falta de reconocimiento y la sensación de no sentirse valorados dan lugar a un deterioro en la autoestima y la identidad profesional de los trabajadores.
¿Y si ahondamos en los trabajos temporales de verano?
Los contratos temporales de verano, normales en sectores como el turismo y la hostelería, implican una inestabilidad emocional para los trabajadores.
La duración limitada de estos contratos y la falta de continuidad generan inseguridad y miedo al futuro.
Por otro lado, los trabajos temporales, en muchas ocasiones, carecen de beneficios laborales y sociales, lo que agrava la precariedad de las condiciones de trabajo.
- La ausencia de prestaciones como seguro médico, vacaciones pagadas o planes de jubilación son un foco de estrés adicional.
¿Cómo pueden ayudar las empresas a reducir la precariedad laboral?
Desde la postura de las empresas, hay aspectos en los que se puede trabajar:
1. Promoción de entornos laborales saludables
Las empresas tienen que priorizar la promoción de entornos laborales que favorezcan la salud y el bienestar de sus empleados.
- Aquí incluimos la creación de espacios de trabajo ergonómicos, la promoción de hábitos saludables y la implementación de programas de prevención de riesgos laborales.
2. Formación y apoyo a los trabajadores
Las empresas tienen que ofrecer formación y apoyo a sus trabajadores en materia de salud mental.
- Nos referimos a programas de concienciación sobre el estrés laboral, talleres de gestión emocional y acceso a servicios de apoyo psicológico.
3. Gestión de la jornada laboral
Una correcta gestión de la jornada laboral es clave para confirmar el equilibrio entre la vida profesional y personal de los empleados (eso tan preciado y cuyo nombre es “conciliación”).
- Se recomienda a las empresas promover horarios flexibles, fomentar el teletrabajo cuando sea posible y establecer políticas que muevan hacia la desconexión fuera del horario laboral.
¿Y qué puede hacer un empleado?
Y desde el punto de vista de un empleado, también se puede realizar un análisis de la situación:
Evalúa la situación en el presente. Piensa en que planos de tu vida te afectan personalmente tus condiciones laborales actuales (plano económico, tiempo libre, salud mental…)
Evalúa la situación a largo plazo. Si, por ejemplo, en un plazo de 5 años todo sigue como hasta ahora… ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo se habrán desarrollado esas áreas con las que no estamos cómodos ahora?
- Si lo que visualizas no te gusta y no puedes cambiarlo, busca estabilidad en otras áreas. Por ejemplo, el descanso. Busca una mínima estructura en tus días libres, ponte un mínimo de personas con las que relacionarte y que no te supongan un agobio cumplir e intenta ser consistente en esas relaciones.
Protege tu salud mental ante el impacto de una precariedad laboral que no debería existir
Estoy de acuerdo contigo: la precariedad laboral es un problema que no debería existir porque afecta mucho a nuestra salud mental.
Y cuando pasa esto, es muy importante cuidarnos, buscar apoyo cuando lo necesitemos y luchar por condiciones de trabajo justas.
No estás sola en esto. Puedo ayudarte a trabajar la forma en la que te tienes que enfrentar a esta situación para reducir el impacto negativo mental.
Contáctame en mi servicio de psicología y aprende a manejar y sanar cualquier malestar emocional.